El terremoto de 7,6 grados ocurrió el miércoles de noche en Sumatra desencadenando un tsunami que devastó el archipiélago de Samoa, donde dejó un balance inicial de 1.100 muertos, según precisó las Naciones Unidas, y el número aumentaría en las próximos días.
Las lluvias, la falta de máquinas para levantar escombros y las rutas cortadas por los deslizamientos de tierra dificultan la búsqueda y asistencia a sobrevivientes.
Muchos países muestran su solidaridad con este pueblo golpeado enviando las ayudas humanitarias.
Este terremoto fue desastroso después que en diciembre del 2004 desencadenó un catastrófico tsunami al norte de Sumatra donde murieron más de 200 mil personas en varios países de Asia de los cuales 168 mil de ellas solo en Indonesia.

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