Laviolencia se va enraizando cada vez más en los hogares, en los colegios, en el
trabajo, y por ende, en la sociedad. En estos últimos días las noticias nos
ponen en evidencia este mal que crea, cada vez
más: división, odio, rencor y dolor.
En
la actualidad, la violencia se muestra a través de hechos y gestos concretos.
Por ejemplo, el bullying en las escuelas y colegios se hace
más notorio. Como consecuencia de este hecho, muchos alumnos no quieren ir al
colegio y algunos de ellos terminan en el suicidio...
Frente a esta triste realidad tenemos que
preguntarnos: ¿Qué es lo que está pasando en el corazón de cada ser humano? ¿Qué
nos lleva a ser violentos? ¿Por qué soy violento? Creo que con la violencia no
se construye nada, al contrario, la violencia siempre genera violencia, dolor y destrucción.
A propósito de
las personas violentas, Marvin Harris y Edward Osborne Wilson, decían que los
hombres “somos la especie más peligrosa
del mundo no porque tengamos los dientes más grandes, las garras más
afiladas..., sino porque sabemos cómo proveernos de instrumentos y armas
mortíferas que cumplen la función de dientes, garras, aguijones y piel con más
eficacia que cualquier simple mecanismo anatómico”.
Ojalá podemos
ser personas que construyan instrumentos de paz, de diálogo, de amor, de
justicia y de perdón; y no personas que crean armas destructoras que provocan
muerte, llanto y destrucción.
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