Un informe publicado hace unos días por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas confirmó que en el mundo, el número de personas que pasan hambre, ha superado este año, por primera vez en la historia, los mil millones. Esto es consecuencia de la ayuda alimentaria, que en estos últimos 20 años fue de más a menos.
Para este año sólo se ha conseguido un apoyo financiero de 2.600 millones de dólares para cubrir los 6.700 millones que había presupuestado para 2009. Las contribuciones recibidas apenas cubren una tercera parte del dinero que se necesita para alimentar a las personas más vulnerables del mundo.
A nivel mundial hay más de 3.000 millones de desnutridos. Es una realidad alarmante, que nos debe invitar a la reflexión, porque estas personas se merecen una vida digna.
En la actualidad, muchos países ricos han cortado su ayuda monetaria y humanitaria en la lucha contra el hambre.
Hoy, lo que buscan muchas naciones es conseguir armamentos de guerra, y para eso invierten millones de dólares. Creo que con este dinero se podría remediar y disminuir los problemas del hambre, de la miseria y de las situaciones inhumanas que viven miles de personas en África, Asia, Oceanía, Europa y América.
Neto Vargas
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