El Tajo que se encuentra en el corazón de Cerro de Pasco es un lugar donde la riqueza de los minerales pesa más que la vida de los seres humanos. Para presenciar el Cráter o el Tajo que hay en el centro de la ciudad es necesario pasar por el Abra de Anticona, comúnmente conocido por Ticlio que está a 4,818 m.s.n.m. Después de haber recorrido unos 295 km y un viaje de 6 a 7 horas, aproximadamente, se llega a la ciudad más alta del Perú: Cerro de Pasco, conocida como la Capital Minera del Perú o Ciudad Real de Minas, ubicada a 4,338 m.s.n.m. Esta tierra vio nacer, al mártir de la medicina peruana, Daniel Alcides Carrión, que se vacunó el virus de la verruga para detectar sus síntomas y descubrir la cura para esta enfermedad, que en el siglo XIX mató a muchas personas que estaban encargados de la construcción de las diversas vías ferroviarias peruanas.
La ciudad de Cerro de Pasco fue fundada en 1578. En la actualidad cuenta con un aproximado de 75 mil habitantes. Anteriormente esta ciudad fue considerada como uno de los lugares más importantes productores de plata del mundo. Ahora lo es por sus reservas minerales de zinc, plomo y cobre.
El 25 de mayo de 1971, el general Juan Velasco Alvarado y sus ministros, firmaron un decreto llamado “Traslado de la Ciudad” a causa del daño y el avance del tajo, de esta forma remodelaron la ciudad de Cerro y construyeron una zona de expansión en San Juan Pampa, en el distrito de Yanacancha, ubicado a 4,297 m.s.n.m.
La actividad minera se remonta a los años 1900, con la empresa norteamericana Cerro de Pasco Cooper Corporation, que en 1976 pasó a ser estatizada y se convirtió en la Empresa Minera del Centro (Centromin Perú S.A). En septiembre de 1999, la Empresa VOLCAN Compañía Minera S.A.A, compró la unidad Paragsha a Centromin, el cual explota en la actualidad plomo y zinc. Antiguamente la explotación era subterránea, pero en los años 70 comenzó a operar a cielo abierto. El tajo va creciendo cada vez más y sigue carcomiendo la ciudad antigua, que hasta hoy ha desplazado miles de viviendas.
Gracias a la generosidad del padre Luis Weiss, misionero comboniano de Alemania, que ya lleva trabajando en Cerro varios años, pudimos conocer el Centro Minero Milpo, a unos kilómetros de Cerro. Esta empresa se constituyó en 1949 para dedicarse a la extracción, concentración y comercialización de minerales polimetálicos. Principalmente de zinc, plomo y cobre, provenientes de la Unidad Minera el Porvenir. A algunos kilómetros de Milpo se encuentra enclavada en una quebrada otra zona minera: Atachocha, que existe desde 1938. Los yacimientos de este centro están localizados a 15 Km. al Nor - Este de Cerro de Pasco.
La Planta Concentradora, Hidroeléctrica de Marcopampa, Superintendencia General y oficinas administrativas, están ubicadas en el Campamento de Chicrín a 3,500 m.s.n.m. a 324 Km. de Lima sobre la Carretera Central camino a Huánuco.
Después de haber visitado estos lugares mineros volvemos a Cerro de Pasco para conocer un poco más la realidad de la ciudad.
En la actualidad la contaminación y la riqueza de la minería son los que reinan en la ciudad. El desmonte va creciendo cada vez más, incluso hasta enterrando a los cerros “naturales” que la madre tierra dio a los pasqueños, incluso la comunidad de urbana de Champamarca se ve amenazada por el crecimiento de los cerros fantasmas. S uno recorre las zonas de San Juan Pampa la gente sufre de agua y esperan con los bidones vacíos a la cisterna que pasa cerca de sus calles.
Para los pobladores el tiro, la explosión o los temblores, como ellos lo llaman, son las pesadillas y las cruces pesadas que deben cargar diariamente, porque esas explosiones que normalmente son a las 9 de la mañana y 3 de la tarde generan polvareda que ensucia toda la ciudad, deja las viviendas rajadas y contaminan el medio ambiente.
El proyecto de Ley 1244 aprobado por el Congreso del Perú en mayo pasado, explica que la nueva expansión del tajo abierto, propuesta por la empresa Volcan, queda aún incierta y por definirse. Hoy Volcan Compañía Minera tiene concesiones mineras en todo el suelo mineralizado de la ciudad y en cualquier momento puede volver a solicitar otra expansión más sobre la ciudad.
El famoso Plan L, de conseguir los 11.4 hectáreas, ha creado mucha inseguridad, impotencia y un futuro incierto para los de Cerro de Pasco. Incluso algunas construcciones ya fueron compradas por la empresa y están abandonadas, que con el peso y el movimiento de la explosión, poco a poco, se va cayendo.
El Artículo 2 de la Constitución Política del Perú, en sus incisos 1, 11, 16 y 19, establecen que toda persona tiene derecho a la vida; a su identidad; a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar; a elegir su lugar de residencia; a la propiedad y a la herencia y a su identidad étnica y cultural. Si analizamos estos fundamentos esenciales, la verdad estos derechos no se respetan, porque los habitantes de Cerro de Pasco están en camino de perder estos principios que algún día el Estado Peruano ha considerado útil e importante para los peruanos que viven en Cerro.
Hoy el Cráter que va generando la Empresa Volcan es el lugar más cuestionado y, al mismo tiempo, misterioso de Cerro de Pasco. Misterioso porque surge la pregunta ¿hasta dónde llegará el tajo y hasta dónde huirán sus habitantes? ¿El plomo, el zinc y la plata valen más que la vida del ser humano? La verdad el famoso tajo es como si fuera la plaza de armas o el centro de la ciudad que nadie puede visitar ni los pasqueños ni los visitantes, porque todo está cerrado y bien vigilado. Sólo uno se contenta de contemplar y tomar algunas fotos e imaginarse de lo misterioso que hay dentro del tajo. Esto hace pensar del futuro incierto de la ciudad, y del tremendo dolor de muchos pobladores, que ven a sus riquezas culturales, a su patrimonio, a su pasado y a su identidad, cada vez más lejos.
El Tajo es una riqueza para el Estado que unos pocos lo aprovecharan, y una pobreza para miles de ciudadanos, porque los que viven en Cerro de Pasco muchos son pobres y viven en los cerros, enfermos a causa de la contaminación minera y hasta las infraestructuras están descuidadas y rajadas. Con el pasar de los días, la ciudad de Cerro de Pasco se va convirtiendo en Asentamientos Humanos del famoso Tajo, porque cuanto más va avanzando el Cráter, también la ciudad se va alejando más, que tal vez, dentro de unos años más, Cerro de Pasco podría ser desterrado.
La ciudad de Cerro de Pasco fue fundada en 1578. En la actualidad cuenta con un aproximado de 75 mil habitantes. Anteriormente esta ciudad fue considerada como uno de los lugares más importantes productores de plata del mundo. Ahora lo es por sus reservas minerales de zinc, plomo y cobre.
El 25 de mayo de 1971, el general Juan Velasco Alvarado y sus ministros, firmaron un decreto llamado “Traslado de la Ciudad” a causa del daño y el avance del tajo, de esta forma remodelaron la ciudad de Cerro y construyeron una zona de expansión en San Juan Pampa, en el distrito de Yanacancha, ubicado a 4,297 m.s.n.m.
La actividad minera se remonta a los años 1900, con la empresa norteamericana Cerro de Pasco Cooper Corporation, que en 1976 pasó a ser estatizada y se convirtió en la Empresa Minera del Centro (Centromin Perú S.A). En septiembre de 1999, la Empresa VOLCAN Compañía Minera S.A.A, compró la unidad Paragsha a Centromin, el cual explota en la actualidad plomo y zinc. Antiguamente la explotación era subterránea, pero en los años 70 comenzó a operar a cielo abierto. El tajo va creciendo cada vez más y sigue carcomiendo la ciudad antigua, que hasta hoy ha desplazado miles de viviendas.
Gracias a la generosidad del padre Luis Weiss, misionero comboniano de Alemania, que ya lleva trabajando en Cerro varios años, pudimos conocer el Centro Minero Milpo, a unos kilómetros de Cerro. Esta empresa se constituyó en 1949 para dedicarse a la extracción, concentración y comercialización de minerales polimetálicos. Principalmente de zinc, plomo y cobre, provenientes de la Unidad Minera el Porvenir. A algunos kilómetros de Milpo se encuentra enclavada en una quebrada otra zona minera: Atachocha, que existe desde 1938. Los yacimientos de este centro están localizados a 15 Km. al Nor - Este de Cerro de Pasco.
La Planta Concentradora, Hidroeléctrica de Marcopampa, Superintendencia General y oficinas administrativas, están ubicadas en el Campamento de Chicrín a 3,500 m.s.n.m. a 324 Km. de Lima sobre la Carretera Central camino a Huánuco.
Después de haber visitado estos lugares mineros volvemos a Cerro de Pasco para conocer un poco más la realidad de la ciudad.
En la actualidad la contaminación y la riqueza de la minería son los que reinan en la ciudad. El desmonte va creciendo cada vez más, incluso hasta enterrando a los cerros “naturales” que la madre tierra dio a los pasqueños, incluso la comunidad de urbana de Champamarca se ve amenazada por el crecimiento de los cerros fantasmas. S uno recorre las zonas de San Juan Pampa la gente sufre de agua y esperan con los bidones vacíos a la cisterna que pasa cerca de sus calles.
Para los pobladores el tiro, la explosión o los temblores, como ellos lo llaman, son las pesadillas y las cruces pesadas que deben cargar diariamente, porque esas explosiones que normalmente son a las 9 de la mañana y 3 de la tarde generan polvareda que ensucia toda la ciudad, deja las viviendas rajadas y contaminan el medio ambiente.
El proyecto de Ley 1244 aprobado por el Congreso del Perú en mayo pasado, explica que la nueva expansión del tajo abierto, propuesta por la empresa Volcan, queda aún incierta y por definirse. Hoy Volcan Compañía Minera tiene concesiones mineras en todo el suelo mineralizado de la ciudad y en cualquier momento puede volver a solicitar otra expansión más sobre la ciudad.
El famoso Plan L, de conseguir los 11.4 hectáreas, ha creado mucha inseguridad, impotencia y un futuro incierto para los de Cerro de Pasco. Incluso algunas construcciones ya fueron compradas por la empresa y están abandonadas, que con el peso y el movimiento de la explosión, poco a poco, se va cayendo.
El Artículo 2 de la Constitución Política del Perú, en sus incisos 1, 11, 16 y 19, establecen que toda persona tiene derecho a la vida; a su identidad; a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar; a elegir su lugar de residencia; a la propiedad y a la herencia y a su identidad étnica y cultural. Si analizamos estos fundamentos esenciales, la verdad estos derechos no se respetan, porque los habitantes de Cerro de Pasco están en camino de perder estos principios que algún día el Estado Peruano ha considerado útil e importante para los peruanos que viven en Cerro.
Hoy el Cráter que va generando la Empresa Volcan es el lugar más cuestionado y, al mismo tiempo, misterioso de Cerro de Pasco. Misterioso porque surge la pregunta ¿hasta dónde llegará el tajo y hasta dónde huirán sus habitantes? ¿El plomo, el zinc y la plata valen más que la vida del ser humano? La verdad el famoso tajo es como si fuera la plaza de armas o el centro de la ciudad que nadie puede visitar ni los pasqueños ni los visitantes, porque todo está cerrado y bien vigilado. Sólo uno se contenta de contemplar y tomar algunas fotos e imaginarse de lo misterioso que hay dentro del tajo. Esto hace pensar del futuro incierto de la ciudad, y del tremendo dolor de muchos pobladores, que ven a sus riquezas culturales, a su patrimonio, a su pasado y a su identidad, cada vez más lejos.
El Tajo es una riqueza para el Estado que unos pocos lo aprovecharan, y una pobreza para miles de ciudadanos, porque los que viven en Cerro de Pasco muchos son pobres y viven en los cerros, enfermos a causa de la contaminación minera y hasta las infraestructuras están descuidadas y rajadas. Con el pasar de los días, la ciudad de Cerro de Pasco se va convirtiendo en Asentamientos Humanos del famoso Tajo, porque cuanto más va avanzando el Cráter, también la ciudad se va alejando más, que tal vez, dentro de unos años más, Cerro de Pasco podría ser desterrado.


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